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And Justice For All es Metallica en su estado de gracia absoluta, es escuchar un titán aplastando todo lo que encuentra a su camino, con hambre de tragarse al mundo entero, con una seguridad implacable y con una creatividad comparable solamente con la de una cascada que ferozmente avienta una cantidad obscena de riffs, inagotables y autosuficientes. Músicos prodigios a tope de sus cualidades técnicas, excavando el lado progresivo del heavy metal, con temas iluminados por una saturación de solos épicos, complejos, evolutivos, que parecen narrar una historia. Eran unos jóvenes de 25 años (aproximadamente) devastados por la muerte de su ya legendario bajista Cliff Burton, pérdida lamentada profundamente por cada uno de ellos pero que no logró derrumbarlos, al contrario, pareció blindarlos y forjarles el carácter que requerían para ser una de las bandas más grandes e importantes que han hecho vibrar el planeta Tierra.
Canciones recomendables:
El sonido inicial de “Blackened” es memorable, es la viva imagen de la simbólica e inolvidable portada que se guarda en un lugar específico del cerebro. Este sonido es interrumpido por una guitarra que parece estar sufriendo de asfixia, desesperadamente contrae su ritmo hasta expandirse en el Apocalipsis que anuncian sus líricas.
Cualquier persona que ha sido introducida a Metallica en mayor o menor medida tiene memorizado cada segundo de “One” y para muchos forma parte de los primeros ritmos que aprenden a tocar en guitarra. Es emblemática de inicio a fin, con mención especial a los arreglos y solos proporcionados por Kirk y James.
La maldad e insanidad tiene voz en los segundos iniciales de “The Frayed Ends of Sanity”, que no tarda en reventar con una serie de riffs geniales sobre los que Lars manipula a placer con el pecho de frente, que si no era el baterista más técnico del momento, cada golpe que soltaba era un latido dentro de él, estaba en sincronía total con la música y el feeling de la canción. El centro del tema es una erupción de transiciones y ritmos que desorbitan al más pulcro, es lo que resulta de la interacción de dos guitarristas legendarios en plena manía comunicándose por un par de cables y cajas de distorsión de las que sale un solo sonido: la locura.
...And Justice For All debe ser capaz de satisfacer a cualquier fanático del metal, incluso en este género tan fraccionado.
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